¡Hola a todos!
En mi casa no entra un gato…, ¿seguro? En mi casa no entra un gato. Una de las frases más repetidas y menos ciertas de la historia contemporánea. Porque si el gato quiere, entrará. Y se hará con el sofá —un rato para la siesta, otro para afilarse las uñas—, se instalará delante de cualquier pantalla que capte nuestra atención o nos recordará a las cinco de la madrugada que son las cinco de la madrugada por el mero placer de recordarnos que son las cinco de la madrugada. Se llevará, sin saber muy bien cómo o por qué, el cariño de todos los seres humanos de la casa. Y, más allá del hogar, seguirá siendo protagonista a través de las redes sociales. Lo hará con una elegancia natural. Sin levantar un bigote. Como si hubiera nacido para ello. Los gatos viven actualmente un momento estelar de su particular historia. Ahora solo falta esperar y descubrir qué planes tienen para la humanidad. De su actual ubicuidad, y también de la de otros animales de compañía, hablamos en esta revista dedicada a lo que ya se conoce como la era de las mascotas.
PEDRO ZUAZUA
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