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Buenos días a todo el mundo. Ya había estado pensando en la incómoda combinación entre la política y el sistema judicial incluso antes de que el presidente Donald Trump impulsara la acusación formal contra James Comey, el exdirector del FBI. El boletín de hoy analiza la difícil situación en la que se encuentran los tribunales y los jueces independientes en un momento en el que los países de todo el mundo están profundamente divididos. Además:
Cómo la política descompuesta perjudica a los tribunalesEl mes pasado, Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, fue declarado culpable de planear un golpe de Estado. Fue condenado a 27 años de prisión y se le prohibió volver a postularse a unas elecciones. Eso podría haber sido el final. Las pruebas contra Bolsonaro eran inusualmente sólidas. El plan golpista estaba incluso detallado por escrito. Pero en las semanas transcurridas desde entonces, los partidarios de Bolsonaro han estado organizando protestas. Algunos miembros del Congreso han debatido un proyecto de ley de amnistía para liberarlo; esa posibilidad ha provocado a su vez otras manifestaciones. Si el objetivo del juicio era “curar las heridas”, como dijo un juez del máximo tribunal, Brasil tiene todavía mucho que sanar. El juicio de Bolsonaro es un ejemplo del problema al que se enfrentan los tribunales de todo el mundo. El trabajo de las cortes consiste en hacer cumplir la ley. Lo hacen, en parte, al servicio de la estabilización de la democracia. Un árbitro neutral de confianza puede evitar que los casos se conviertan en una espiral de violencia o caos político. Pero en un entorno en el que la polarización y la desconfianza institucional son profundas, puede que incluso las resoluciones judiciales independientes ya no ayuden a estabilizar las sociedades. En algunos casos, en realidad podrían ser hasta desestabilizadoras. Brasil, Francia, Turquía y más En los últimos años se han producido procesamientos judiciales de políticos de alto perfil en varios países: Brasil, Turquía, Rumania, Francia, Corea del Sur y Estados Unidos, entre otros. Lo sorprendente es lo similar que se perciben, sin importar la independencia de los tribunales en cuestión.
Las clasificaciones internacionales de independencia judicial sitúan a Francia muy por encima de Turquía, donde los críticos llevan mucho tiempo acusando a Erdogan de utilizar las instituciones del Estado para socavar a sus rivales políticos. Pero las reacciones de los perjudicados por la sentencia fueron casi idénticas.
En el entorno actual, no es fácil para muchos distinguir entre las decisiones judiciales que son políticas y las que son independientes pero arrojan un resultado que disgusta.
Hablé con Ivan Krastev, politólogo y destacado analista sobre el retroceso democrático. Me dijo que los votantes de países de todo el mundo consideran cada vez más que cada elección es clave para la supervivencia de la democracia. Por esa razón, perciben las sentencias judiciales sobre los principales candidatos a través del mismo prisma. Estas sentencias, a su vez, se convierten en combustible para una mayor polarización y desconfianza. Un terreno resbaladizo Los tribunales independientes fueron diseñados para actuar al margen de la política y la opinión pública. Pero ese diseño es un medio para un fin: una democracia resistente. Krastev dijo que si una sentencia es políticamente desestabilizadora, los tribunales “no pueden no interesarse”. Cuando las consecuencias de impedir que un candidato favorito se presente a las elecciones pueden ser más importantes que el propio delito, sugirió, la sentencia podría tener eso en cuenta. Eso no significa que exista impunidad, pero sí requiere un acto de equilibrio entre justicia y estabilidad social. La idea de esa tensión no es nueva, aunque tiende a aplicarse con más facilidad a delitos de naturaleza más directamente política. (El propio Brasil tiene antecedentes de otorgar amnistías por delitos políticos). Se discute con menos frecuencia en el contexto de los políticos juzgados por delitos como malversación o corrupción. Los juicios en esos casos están llenos de preguntas espinosas. ¿Quién tiene un perfil lo suficientemente alto como para ser políticamente sensible? ¿Qué delitos son demasiado graves para dejarlos pasar? Para muchos jueces, la idea de hacer este tipo de cálculos es execrable. Nancy Gertner, juez jubilada de un Tribunal de Distrito de Estados Unidos que ahora trabaja en la Facultad de Derecho de Harvard, calificó la perspectiva de “terreno resbaladizo muy preocupante”. Lo más importante, dijo Krastev, es que la percibida politización de los tribunales es otro síntoma de una crisis de la democracia. En Estados Unidos, donde el presidente Trump ha denunciado los casos judiciales en su contra, la confianza pública en el poder judicial se ha desplomado hasta un mínimo histórico del 35 por ciento. Si los jueces se han vuelto tan divisivos como los líderes políticos a los que llevan ante la justicia, la democracia tiene un problema. MÁS NOTICIAS DESTACADAS
Israel bloqueó una flotilla de ayuda a GazaLas fuerzas navales israelíes interceptaron el miércoles varios barcos que formaban parte de una flotilla que transportaba ayuda humanitaria con destino a Gaza. Los organizadores afirmaron que más de 150 activistas habían sido detenidos y que alrededor de 30 barcos seguían navegando hacia el enclave. La flotilla estaba formada por al menos 40 embarcaciones, en las que viajaban activistas de alto nivel, como Greta Thunberg y Mandla Mandela, nieto de Nelson Mandela. Los intentos anteriores de llegar a Gaza por mar han fracasado, y uno de los barcos fue alcanzado por explosiones. Esto es lo que hay que saber sobre la flotilla. Israel ha impuesto restricciones a la entrada de ayuda a Gaza durante los casi dos años de guerra, lo que ha provocado algunos de los niveles más altos de desnutrición desde que comenzaron los combates. El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo el miércoles que se había visto obligado a suspender sus operaciones en Ciudad de Gaza debido a la intensificación de la campaña militar israelí en la zona. Un plan estadounidense-israelí para poner fin a la guerra promete el envío “inmediato” de “toda la ayuda” a Gaza cuando se alcance un acuerdo. Hamás aún no ha respondido a la propuesta.
Recordando a Jane GoodallJane Goodall se hizo famosa por sus crónicas sobre el peculiar comportamiento de los chimpancés salvajes en África Oriental. Su larga carrera como activista conservacionista cimentó su legado. Murió el miércoles en California a los 91 años. A principios de la década de 1960, Goodall fue la primera en observar que los chimpancés comían carne y utilizaban herramientas, ampliando nuestra comprensión de las capacidades de los primates. En una entrevista en inglés con The New York Times, Goodall describió lo que había aprendido de las personas al trabajar con chimpancés: “Que hemos sido muy arrogantes al pensar que estamos tan alejados”. QUÉ MÁS ESTÁ PASANDO [en inglés]
DEPORTESTenis: Coco Gauff y Belinda Bencic se enfrentaron por “juegos mentales” en el Abierto de China. Fútbol: ¿Cómo protegen los clubes a sus adolescentes prodigio? LA PALABRA DEL DÍA“Nazif”La forma en que describiría un barbero de El Cairo un aspecto “pulcro” o “presentable”. Makana Eyre escribe en The Times Magazine que hay pocos sitios tan instructivos sobre una cultura local —y lo que esa cultura considera “masculino”— como una barbería. LECTURA MATUTINA
¿Qué pasaría si tu ciudad pusiera límites al tiempo que pasas frente a la pantalla? Toyoake, Japón, tiene una nueva ordenanza que limita a dos horas diarias el uso de celulares, tabletas, consolas de videojuegos y computadoras, sin contar las horas de trabajo y colegio. La medida es en gran parte simbólica: la ciudad no controlará realmente el tiempo de pantalla. Pero en una cultura en la que existe una fuerte presión social para seguir las directrices oficiales, los dirigentes esperan que motive a la gente a dormir más y a pasar más tiempo con sus familiares. ALREDEDOR DEL MUNDO
Cómo reparten comida en… ShenzhenEn el SEG Plaza, uno de los rascacielos más altos de Shenzhen, China, la hora pico del almuerzo provoca esperas de media hora en los ascensores, una pesadilla para los repartidores de comida. La solución es una economía colaborativa dentro de una economía colaborativa: una red informal de “corredores de última milla”, muchos de ellos adolescentes o jubilados. Toman las bolsas en la acera por 2 yuanes el trayecto (unos 28 centavos de dólar) y suben a toda prisa. Esto es lo que cuesta que te lleven la comida al piso 70. RECOMENDAMOSViaja: Estos cinco viajes en tren te llevarán por algunos de los paisajes más mágicos de Europa. [en inglés] Lee: Una novela de Thomas Pynchon es un género en sí mismo. Aquí tienes una guía de sus obras esenciales. [en inglés] Trabaja con estilo: Encuentra inspiración en los home offices favoritos de la T Magazine.[en inglés] RECETA
Prepara mapo tofu, el clásico plato de Sichuan, con un toque de tomate. (Consejo profesional: busca marcas de doubanjiang, la pasta fermentada de chile y frijoles que da al plato su umami, de Pixian, en Sichuan). ¿DÓNDE ESTÁ ESTO? |