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El júbilo se propagó como el rayo entre los desesperados habitantes de Gaza cuando supieron que Hamás e Israel habían firmado en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij el acuerdo sobre la primera fase del plan de paz promovido por Donald Trump. Se abre por fin una puerta a la esperanza de que todo termine después de dos años de tormento y un asedio implacable que ha causado 67.000 muertos. 

La ratificación del acuerdo por parte del Gobierno israelí en la tarde de ayer abrió paso a un alto el fuego y a la ejecución de la primera parte del plan, que incluye la entrega de los rehenes por parte de Hamás y la liberación de 2.000 presos palestinos por parte de Israel. También prevé el repliegue del ejército israelí de la mitad de la Franja y lo que los habitantes de Gaza esperan con más ansiedad: la entrada de ayuda humanitaria y comida. 

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• ¿Cuántas posibilidades de sobrevivir tiene la paz de Trump?  Andrea Rizzi analiza los elementos que juegan a favor y en contra de que el proceso pueda culminar con éxito. Intervienen diversos factores, pero el más determinante es el grado de presión que Trump esté dispuesto a ejercer sobre Israel para que cumpla. 

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Los palestinos se mueven entre la esperanza y la cautela. En su memoria está muy vivo el recuerdo de la tregua de marzo, rota de forma unilateral por Israel. Lo que ha cambiado es la insistencia de Trump, que quiere un desenlace rápido. También en Tel Aviv se celebró el acuerdo. Miles de personas lo festejaron en la calle. 

Parece que Donald Trump lleva como una espina clavada la negativa de Pedro Sánchez a acatar la orden de aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB, expresada en la cumbre de la OTAN de junio. Hasta el punto de que ayer lo sacó a relucir tras un encuentro con el presidente de Finlandia en la Casa Blanca. Lamentó que España vaya rezagada en gasto militar, pese a que “las cosas que van bien”, dijo. Y luego sugirió: “Quizás deberíais expulsarlos de la OTAN”. ¿Significa algo esa frase? Con Donald Trump nunca se sabe.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, insistió ayer en rechazar la creación de un registro de los médicos objetores que alegan razones de conciencia para no practicar abortos. Madrid es la única comunidad que se niega a crearlas, pese a que debe hacerlo por ley. “No voy a hacer una lista de médicos. Nunca”, dijo en la Asamblea de Madrid. “Cada año se abortan en España a 106.000 personas” añadió. Con su ofensiva antiabortista, esta vez Ayuso ha enfadado al conjunto del PP, nos explica Elsa García de Blas. En cambio, como cuenta Carlos E. Cué, los frentes que Ayuso tiene abiertos con La Moncloa facilitan la batalla ideológica que busca Sánchez.

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• Con este posicionamiento, en tono chulesco, Ayuso desautorizaba a su consejera de Salud, desafiaba al Gobierno central, que ya ha dicho que hará cumplir la ley, y desafiaba a Alberto Núñez Feijóo, que quería cerrar la polémica sobre el aborto. El líder del PP emitió después un comunicado en el que, sin citar a Ayuso, se distanciaba de ella y afirmaba que, si llega al Gobierno, garantizará los abortos “conforme a las leyes”. 

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• Pedro Sánchez ha hurgado en las heridas del PP y se ha dirigido a la presidenta: “Isabel, Alberto tiene una carta para ti”.