¡Saludos! Soy Francisco Doménech y este es el boletín de Materia, la sección de ciencia de EL PAÍS, que ha vuelto a vivir la que quizás sea su semana más emocionante del año, y cargada de incertidumbre. Cualquier semana nos depara nuevos descubrimientos que se anuncian por sorpresa y, además, estamos al quite para poder aportar interpretaciones científicas que nos ayuden a entender o contextualizar sucesos relevantes de la actualidad general. Pero los periodistas científicos tenemos la fortuna de que las revistas de investigación más importantes nos dan acceso por anticipado a los artículos que van a publicar en los próximos días. Eso nos da un poco de margen para poder contactar a los autores de esos papers, mientras que aún están embargados, y también con otros expertos que nos ayuden a valorar si esos avances científicos son relevantes o no.
La semana en la que se anuncian los premios Nobel es muy diferente. Ya sabemos que los descubrimientos premiados van a ser relevantes, pero el reto es la urgencia de contároslo en muy poco tiempo, después de que el lunes, el martes y el miércoles —al filo de las 11.45— se anuncien las personas galardonadas, que además normalmente son varias las que comparten el premio. ¿A alguna de ellas la conoceremos? ¿Habremos dado ya noticias previas sobre esos descubirmientos y quizás incluso hayamos entrevistado previamente a sus autores? Eso nos pasó en 2022 con el biólogo sueco Svante Pääbo, padre de la paleogenética; a quien, por cierto, hemos vuelto a a entrevistar esta semana. Cada vez, los premios Nobel reconocen avances que han tenido impacto mediático reciente. ¿Habrá algún científico español entre los premiados? Eso no sucede desde que hace 66 años lo logró Servero Ochoa.
En una secuencia que se repite ceremoniosamente cada año, el último de ciencia que se anuncia es, el miércoles, el Nobel de Química. Y es el que más miedo nos da. Por múltiples razones de las que quizás podamos hablar otro día, la química es quizás que menos impacto público tiene de las grandes ciencias. Normalmente, es especialmente complejo resumie en un titular comprensible, directo y atractivo un descubrimiento químico.
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