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Buenos días a todo el mundo. Mis colegas del equipo de investigación están escribiendo sobre lo que descubrieron durante una larga indagación acerca de la muerte de cientos de trabajadoras domésticas kenianas en Arabia Saudita. Es una historia sobre cómo la corrupción del gobierno ha defraudado a las mujeres que dejan Kenia para intentar hacer una vida mejor para sus familias, y espero que la leas. Pero antes, queremos darte las noticias más recientes sobre el atentado durante una celebración de Janucá en Sídney, Australia, en el que murieron al menos 15 personas. También:
Un atentado contra judíos en AustraliaAl menos 15 personas murieron el domingo después de que hombres armados atacaran una celebración de Janucá en Bondi Beach, Sídney. Las autoridades australianas calificaron el tiroteo de atentado terrorista dirigido contra la comunidad judía. Un sospechoso murió y otro resultó herido y fue detenido. Aquí puedes leer lo que hay que saber. Cientos de personas se habían reunido en Bondi Beach, la playa más conocida de Australia, para el evento. Los niños jugaban mientras la música y burbujas llenaban el aire. Entonces, los disparos irrumpieron violentamente la celebración. Testigos dijeron que el tiroteo duró unos 10 minutos. Más de tres decenas de personas resultaron heridas. Los dos atacantes abrieron fuego desde un puente peatonal. En un momento dado, un transeúnte logró arrebatarle el arma a uno de los atacantes, según videos verificados y testimonios de personas presentes. Estos mapas y videos muestran cómo se desarrolló el atentado.
Aunque los tiroteos masivos son poco frecuentes en Australia, la comunidad judía ya estaba en alerta después de una serie de ataques antisemitas alarmantes. Después de Israel, Australia tiene la mayor concentración de sobrevivientes del Holocausto en el mundo. ¿Quieres darnos tu opinión sobre este boletín? Responde a nuestra breve encuesta aquí.
Un negocio lucrativo y mortalEste año revelamos una estadística estremecedora. Más de 250 trabajadores kenianos, la mayoría mujeres empleadas como trabajadoras domésticas, han muerto en Arabia Saudita en los últimos años. Muchas eran mujeres jóvenes que trabajaban en empleos aparentemente seguros. Sin embargo, las autopsias describían quemaduras por electrocución, costillas rotas, caídas misteriosas. Una mujer fue encontrada muerta en un depósito de agua en una azotea. Los documentos atribuyeron la muerte a causas naturales. Algunas de las mujeres que lograron regresar a su país relataron haber sido violadas, quemadas, golpeadas, sometidas al hambre o encerradas en interiores. Nada de esto era exactamente nuevo —periodistas y organizaciones de derechos humanos llevan más de una década documentando los abusos contra trabajadores en el reino—, pero la magnitud fue impactante. El gobierno saudí había prometido cambios. ¿Por qué, nos preguntamos, seguía aumentando el número de muertes? Lo que descubrimos cuestionó nuestras expectativas. Pensábamos que las razones subyacentes de estos abusos estarían en Arabia Saudita. Y ciertamente sigue siendo cierto que allí los trabajadores pueden recibir abusos sin tener recursos legales ni ayuda por parte de las autoridades. Pero descubrimos que los problemas empiezan en Kenia, donde el gobierno está desesperado por reactivar su economía y envía trabajadores al extranjero y, como hallamos a lo largo de una investigación que abarcó alrededor de un año, está plagado de funcionarios que ganan dinero al facilitar ese proceso. Arabia Saudita es el principal destino, y el gobierno de Kenia ha hecho que para los kenianos sea más sencillo, barato y rápido encontrar trabajo allí, con consecuencias devastadoras. ¿Quién se beneficia del flujo de mano de obra? Kenia intenta solucionar una crisis de desempleo tan profunda que los jóvenes han estado desafiando las balas de la policía para protestar en las calles. El presidente del país, William Ruto, ha decidido resolver el problema enviando a millones de trabajadores a países más ricos. En Arabia Saudita, incluso las familias de ingresos modestos cuentan con personal doméstico que vive en sus hogares, y otros países, como Filipinas, han enviado trabajadores allí por décadas. También han enfrentado abusos, y esos países han adoptado medidas para abordarlos. El gobierno de Ruto, sin embargo, vio una oportunidad para intentar competir con precios más bajos contra otros países. Ha posicionado la mano de obra keniana entre las más baratas del mercado. En virtud de un acuerdo con el gobierno saudí, las trabajadoras domésticas kenianas cobran alrededor de un 40 por ciento menos que sus colegas filipinas, y cuentan con pocas de sus protecciones, como las líneas de emergencia para rescates. Pero, como descubriríamos, la estrategia económica de Kenia atraviesa otro problema del país: la mezcla de intereses privados y públicos de los políticos. A partir de documentos gubernamentales y corporativos en Kenia, revelamos cómo la familia de Ruto y sus aliados políticos se benefician del flujo de mano de obra. Descubrimos que legisladores importantes son propietarios de empresas de colocación que envían a mujeres al extranjero; al menos el 10 por ciento de las compañías de mano de obra de Kenia pertenece a políticos o a figuras con conexiones políticas. La esposa y la hija de Ruto son las principales accionistas de la mayor aseguradora del sector. Cuanto más barata resulta la contratación de trabajadores kenianos y más precarias son sus protecciones, más dinero ganan las empresas de reclutamiento y los políticos que las poseen. El gobierno ha limitado en la práctica los salarios de las empleadas domésticas a poco más de 260 dólares al mes. Y no ofrece ninguna red de protección para las mujeres que no pueden cobrar o sufren abusos. El gobierno de Ruto suprimió el año pasado los requisitos de capacitación que estaban destinados a proteger a las trabajadoras. Líderes del sector nos dijeron que habían presionado para eliminar esos requisitos porque habrían reducido las ganancias de las empresas. A lo largo de nuestra investigación, la oficina de Ruto defendió la migración laboral, dijo que era beneficiosa para la economía y aseguró que había tomado medidas para proteger a los trabajadores. El principal portavoz del gobierno, que también es propietario de una empresa de colocación, no respondió a una solicitud de comentarios. Culpadas de su propio abuso Dondequiera que indagábamos, las personas que debían proteger a los trabajadores se estaban beneficiando de ellos. Tanto los funcionarios del gobierno como los dirigentes del sector culparon a las mujeres kenianas de su propio abuso, pues afirmaban que habían sido golpeadas por ser ignorantes, perezosas o groseras. Las denuncias de violación fueron desestimadas con afirmaciones de que las mujeres habían sido seductoras. El principal cabildero del sector en el país nos dijo que las mujeres kenianas eran como “perras” que son propiedad de sus empleadores. El secretario de Trabajo del país nos dijo que las mujeres kenianas eran abusadas en Arabia Saudita porque tenían malas actitudes. Durante el año, hemos recorrido toda Kenia. Hemos estado en 40 de los 47 condados, y hemos conocido a cientos de mujeres. Lo que llama la atención, si hacemos una retrospectiva, es lo poco que se parecen a la caricatura que su gobierno ha hecho de ellas. Ruto, su familia y sus aliados sacaron provecho, en la práctica, de la ambición de algunas de las trabajadoras más emprendedoras de sus comunidades. Muchas de estas mujeres habían terminado la escuela secundaria. Algunas se habían formado como maestras o chefs. Todas sabían que había peligros en Arabia Saudita. Pero eran el tipo de personas dispuestas a correr un gran riesgo para sacar a su familia de la pobreza. Cuando su gobierno les prometió salarios más altos en Arabia Saudita, tomaron el riesgo. Con demasiada frecuencia, también pagaron el precio. Para saber más, empieza por el primer artículo de nuestra serie. QUÉ MÁS ESTÁ PASANDO
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DEPORTESFútbol: La aparición de Lionel Messi en un estadio de India terminó en caos. Fórmula 1: ¿Cómo evitan el jet lag los mejores pilotos? La gestión del sueño es crucial. LA PAREJA DEL DÍA
Mayar Kabaja y Hatem Saadallah—La pareja tuvo su primera cita en Ciudad de Gaza 10 días antes del atentado del 7 de octubre de 2023. Saadallah y su familia fueron evacuados a Egipto, y desde entonces no han podido verse. Recientemente se casaron a distancia. LA LECTURA MATUTINA
Con rastas y un aro plateado en la nariz, Sunniva Gylver, quien encabeza la diócesis luterana de Oslo, no es lo que alguien esperaría de una persona que encabeza el obispado. Pero su forma de entender el evangelismo está llamando la atención. En un esfuerzo por abrir la Iglesia de Noruega al mayor número posible de personas, ha introducido sesiones de yoga, ha puesto en marcha un café filosófico e izó la bandera arcoíris sobre la Catedral de Oslo para celebrar la Semana del Orgullo. Su enfoque está logrando atraer a fieles más jóvenes. Puedes leer más aquí. ALREDEDOR DEL MUNDO
La comida festiva que se está cocinando… en NigeriaEs Detty December en Lagos: una celebración de un mes que despide el año con comida, festivales, exposiciones de arte, música en vivo y muchas personas de la diáspora nigeriana que regresan a casa. (Te daremos más detalles sobre el evento a finales de este mes). Uno de los mejores platos para disfrutar en esta época, tanto en puestos callejeros como en cocinas de las familias a lo largo de esta enorme ciudad, es el ọbẹ̀ onírù, también conocido como designer stew, o estofado de diseño (un guiño al cuidado con el que los nigerianos lo preparan). Para Ozoz Sokoh, autora del libro de cocina nigeriano Chop Chop, el ọbẹ̀ onírù encarna lo mejor de lo que puede ofrecer un gran platillo nigeriano. Cada elemento contribuye al equilibrio del conjunto, desde los trocitos de carne hasta el aceite de palma de color rojo intenso que une a los ingredientes. Así que sumérgete en Detty December y prepara este guiso en casa. —Yewande Komolafe, escritora de cocina y columnista de The New York Times. RECOMENDAMOSLee: Los cuadernos de Albert Camus reunidos por primera vez en un solo volumen. Mira: Resurrection, de Bi Gan, sigue a un personaje camaleónico a lo largo de un siglo de aventuras. Afronta: Aquí ofrecemos una guía de pies a cabeza sobre los muchos e inesperados síntomas de la menopausia. Viaja: Pasa 36 horas en |
