Historias de deportes y deportistas
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En el fútbol no todas las condenas pesan lo mismo
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nadia tronchoni
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Pocas horas después de ser elegido presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán se plantó en Qatar, asistió a la final de la Copa Intercontinental que ganó el Madrid (era la novena ocasión en que lo hacía), y hasta se hizo una foto con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que su entorno exhibió con músculo. Bíceps en señal de fortaleza: un presidente electo supuestamente amparado por los órganos que rigen el fútbol mundial.
Ocurre, sin embargo, que ese presidente está condenado por prevaricación, con una sentencia que, aunque no es firme, le impediría integrar los órganos principales de la propia FIFA y también de la UEFA. Un lío judicial que se mira con lupa en España, donde el gobierno y el Consejo Superior de Deportes (CSD) buscan los argumentos legales necesarios para intervenir y evitar otro bochorno mayúsculo para el fútbol español. Se están tomando su tiempo. Mientras, corre el reloj. Y el calendario, que tiene una fecha marcada en rojo: el 5 de febrero. Será entonces cuando el Supremo decida sobre el recurso de Louzán y ratifique o levante la condena que pesa sobre sus espaldas: una inhabilitación de siete años que le impide ocupar un cargo público al que fuera presidente de la Diputación de Pontevedra por el PP.
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Por qué nos interesa:
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Ha sido la noticia de la semana. Y nos dará que hablar durante unas cuantas semanas más. Tanto si el CSD actúa para suspenderle mientras el Supremo dictamina sobre su caso, como si no lo hace, contradiciéndose así después de tantas declaraciones grandilocuentes sobre la salud del fútbol español y la regeneración en el seno de la RFEF. De lo que ha quedado constancia hasta hoy, eso sí, es que el fútbol se rige con sus propias reglas, las de una ciudad sin ley en la que un inhabilitado para cargo público puede acabar tomando las riendas de la federación más poderosa del país. Que sí, que es una entidad privada, pero de interés público, con fondos públicos y que representa a España allá donde va.
Con esta noticia, el equipo de Deportes de EL PAÍS se despide hasta el año nuevo. El fin de semana próximo no te enviaremos este boletín, pero puedes seguir disfrutando con nuestras historias cada día. Mientras tanto, te recomiendo el perfil que escribió sobre Louzán nuestra compañera Elisa Lois:
La camaleónica trayectoria de Rafael Louzán: el político de provincia que llegó a la presidencia de la RFEF. Alumno aventajado de la política local, ambicioso y discreto, Louzán escaló al máximo escalafón del PP en Pontevedra, donde fue presidente de la diputación. El ya máximo dirigente del fútbol español está en vilo por las obras de uno de los cientos de estadios que subvencionó.
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Gonzalo García, del Club Rítmica Cartagena, a principios de diciembre en el pabellón municipal San Antón (Cartagena). / ALFONSO DURÁN
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